viernes, 1 de julio de 2011

Recortes

Parece que al fin un ápice de luz resplandece al final del túnel. Ahora me toca aguantar, conseguir la máxima estabilidad este verano e impedir que ese sujeto con la etiqueta de "padre" me acuchille con sus insultos y sus miradas de desprecio diarias. Chubasquero al corazón.

A ti...Aún siento el nudo en la garganta cuando escucho Dream Theater. Aún sigue el marco de tu foto girado para no verte. Todavía no he reparado las varillas de mi somier que rompimos un día sin querer, jugando como niños en una pelea de cojines. Aún te quiero y lo siento muy dentro de mi, a pesar de los meses que han transcurrido. Pero no es nada nuevo, la verdad es que nunca se me dio demasiado bien pasar página y quitarle el ancla al pasado. Mi alma apesta a carne putrefacta, carne de recuerdos, de melodías, de alegrías infantiles y melancolía estremecedora...

Adiós a la economía y a su frenética frialdad, adiós a todos los futuros empresarios y contables con su inigualable tozudez congénita: Haydes no es mecánica, demasiado bohemia y qué narices, lunática como para continuar caminando por la misma senda que vosotros pisáis. Ojalá la vida me concediese el deseo de viajar a aquella ciudad...allí quiero quedarme para mudar mi piel de fracasada y estudiar esa nueva carrera que tanto me inquieta y emociona, porque esta vez la he elegido yo a ella, únicamente yo.

Lo siento.


Becuadro a la vida