jueves, 12 de agosto de 2010

Al amparo de la luz del Ateneo

Dos horas más tarde me encontraba con él compartiendo el sudor frío de la desesperación, que se entrelazaba con la agonía interna que conformaba mi vida, una vida tachada por la turbidez de una calma plastificada.

Y mientras fantaseaba con que los brazos de esa persona eran las puertas abiertas del hogar cálido que tanto había añorado, pensé que por fin había encontrado mi sitio en el mundo. En aquel mundo que no había sido hecho para mí.

domingo, 8 de agosto de 2010

Kilómetros y kilómetros de asfalto

Un baño de colores translúcidos inundaba los muros empedrados de la Catedral de León, cubriendo con su policromía a todo aquel que caminaba bajo ese techo repleto de bóvedas de crucería. Realmente, un “joyerito”, como muchos la apodan muy acertadamente.

Y es que son tantas las maravillas que me llevo de este viaje…En definitiva, el Norte me llama. Espero surcar esas tierras con total independencia algún día y así poder extraerle el meollo a todo aquello que quedó pendiente, que no fue poco.


Una de las fotos que saqué me resultó curiosa, la gaviota giró su cabecita en el momento más oportuno vaya. Lo cierto es que me hace mucha gracia:


* * *

El mundo gira a mi alrededor rápidamente y yo me siento incapaz de procesar toda esa información que se abalanza sobre mi; mientras, en mi cabeza suena Fall to pieces.