martes, 29 de octubre de 2013

Me encanta tu melomanía.

"Nunca existirá nada que pueda gustarme igual que la música" Eso decía ella mientras aplastaba con furia los desgastados adoquines de la Calle Mayor maldiciendo el destino, desgarrando el aire con las uñas y aferrándose a esa ansiada dosis de oxígeno que le brindaba "Promises" de los Cranberries. Tan sencillo como darle al play para contar con la inestimable ayuda de su fiel amiga, compañera de amores rotos e ilusiones apenas nacidas.

"Nunca existirá nada que pueda gustarme igual que la música" Eso decía ella, antes de percatarse de que él...era música.

domingo, 18 de agosto de 2013

Me alejo de verte. [2/2]

Una vez más, recostados sobre la moqueta selvática verde lima que cubría aquel planeta inhóspito, jugábamos a inventar nuestras propias constelaciones trazando cientos de siluetas sobre la bóveda celeste como si de una pizarra infinita se tratara. Yo permanecía atónito observando cómo a pocos centímetros de mí, tus manos se movían ágiles y gráciles, dibujando con los dedos un sinnúmero de líneas imaginarias capaces de crear historias fascinantes a través de la posición arbitraria de un buen puñado de puntos luminosos. Sin duda, ese halo personal que te atrapaba en tu mundo de fantasía particular me hacía caer a velocidad vertiginosa hacia el desconocimiento total sobre nosotros.  La idea de sentirte menos mía me aterraba, tenía miedo de perder...¿qué cosa? Supongo que el hecho de formar parte de esa oligarquía, de ese pequeño grupo de personas capaces de presenciar aquellos maravillosos instantes y congelarlos eternamente en la memoria. 

...Pero a quién quería engañar, si  tan solo era un mero espectador más. 

miércoles, 10 de julio de 2013

Siempre te gustaron los tipos extraños. [1/2]

¿Cómo habíamos llegado hasta allí? Quizá debido al pliegue espacio-temporal producido durante el estallido multicolor de la tormenta cósmica. De todos modos, el cómo y el porqué carecían de importancia ahora. Frente a nuestros ojos se abría un planeta plagado de ríos color malva y césped humeante verde lima que invitaba a recostarse en él como lo hacíamos sobre la nieve virgen de la Tierra. Hubiese sido el momento perfecto para agarrar una de tus manos aún temblorosas por el impacto de la nave y en ese vaivén, aprovechar la ocasión para rodear tu frágil figura con mis brazos. Pero aquella atmósfera no iba a ponérmelo tan fácil dejando que fueras mía a años luz de nuestro mundo y de ése maldito macarra de tu instituto con cara de colador que tanto adoras. ¿Quién diablos eran esos seres narigudos de medio metro?

Cuando quise darme cuenta, tú ya estabas en cuclillas acariciando el mentón de uno de ellos y rodeada de muchos más que esperaban impacientemente esa caricia mágica tuya. - Quién fuera extraterrestre- pensé yo. Y en el momento en el que cabizbajo me di media vuelta con la intención de sumergirme en la música del walkman para recomponer las cenizas de mi cariño malherido, una melodía procedente de las colinas lejanas de aquel planeta desconocido me sorprendió, calándome hasta los huesos, guiándome como un zombi hasta ella.

Mi chica jugando a ser una especie de Blancanieves futurista y yo embelesado escuchando esta mierda, que no sé qué es, pero suena jodidamente bien:

martes, 2 de julio de 2013

Claro.

Me estalla la cabeza. Siento cómo palpitan las sientes bajo mi cráneo al borde de la taquicardia cerebral, porque mi mente alocada vuela sin rumbo ni dirección, golpeándose continuamente contra todos los obstáculos. Y es que cuanto menos motivos me da la vida para pensarte, más minutos se consumen imaginándote; debe de ser algo así como un  endiablado proceso de retroalimentación negativa o una mala pasada del destino, que hace sonar tus canciones en mis horas más débiles, cuando el día se apaga y el alcohol ya ha hecho estragos en mi alma llevándose todo lo que pilla por delante.

Sé que piensas que no soy cariñosa y en fin, sólo diré al respecto que los ogros tienen capas, al igual que las cebollas.  Esto es para compensarlo, aunque nunca llegues a escucharla, aunque sea una grabación cutre con el móvil...pero es tu canción

Calada hasta la médula de Friendzone.

lunes, 24 de junio de 2013

4:00 a.m

Ella tenía un nudo en la garganta tan grande como una pelota de baloncesto. Ya podía hacer el esfuerzo de su vida por deshacerse de él, que no subía ni bajaba, simplemente estaba ahí, presionando y desgarrando sin compasión los tejidos colaterales. Desearía habérselo tragado y disolver de una vez por todas tanta tristeza en el estómago, desearía haber liberado aquellas palabras que ahora morían enjauladas sin remedio. El concierto nunca llegó, tampoco el café ambientado en los cincuenta, ni los abrazos de los que tanto escribió. 



miércoles, 1 de mayo de 2013

Tekton.

Bienvenidos a Tekton, su nuevo generador de realidad virtual. Presione el botón cuando desee que comience el pliegue espacio-temporal y Tekton se encargará de recrear los componentes situacionales exactos para que usted pueda evaluar el transcurso y las consecuencias de sus actos con total precisión. Sin embargo, es importante hacerle comprender que tan solo se trata de un simulador de alternativas, por lo que todas las acciones llevadas a cabo dentro del intervalo tendrán efecto nulo en su realidad verdaderamente auténtica. Recuerde por tanto, presionar el botón para concluir el proceso de forma electiva o Tekton lo acabará haciendo por usted automáticamente.



domingo, 13 de enero de 2013

El cementerio de los Curros olvidados.

En mi sueño todos estábamos sentados sobre el sofá hecho polvo del local grande. Tú  garabateabas en una pizarrita de esas magnéticas en las que puedes escribir con un pseudobolígrafo sobre un fondo blanco panelado y luego pasar la banda del 
borrador "mágico". Era el típico juguete obsoleto que dejaron abandonado allí por los siglos de los siglos y que quizás perteneció a un niño que ahora tendrá veinticinco años como mínimo.

Creo que a estas alturas de la película me había convertido en algo igual de inerte e inútil, como el patinete de ruedas que no giran, o un oso de peluche lleno de polvo al que le falta un ojo.