"Nunca existirá nada que pueda gustarme igual que la
música" Eso decía ella mientras aplastaba con furia los desgastados adoquines de la Calle Mayor maldiciendo el destino, desgarrando el aire con las uñas y aferrándose a esa ansiada dosis de oxígeno que le brindaba "Promises" de los
Cranberries. Tan sencillo como darle al
play para contar con la inestimable ayuda de su fiel amiga, compañera de amores rotos e ilusiones apenas nacidas.
"Nunca existirá nada que pueda gustarme igual que la música" Eso decía ella, antes de percatarse de que él...era música.
Y esa noche no pude cantar, no me dejó... Cantaron altos, bajos, gordos y flacos, incluso algún retrasado que otro, pero no yo.
ResponderEliminarEra su noche y no me dejó. Melancolía, ira, rabia, celos, maldiciones y llantos. Pero ahí estaba yo, torturando los adoquines de la Calle Mayor.
Así es...¿Estuviste en la fiesta? Gracias por leer.
ResponderEliminarAsí es...
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