miércoles, 28 de febrero de 2024

Mi límite es el cielo.

Saltaré por la azotea colgado de la estrella más brillante de todo el firmamento y con la punta de mis dedos, trazaré una estela de purpurina a lo largo del trayecto. Inspiraré profundamente, me podré de puntillas para ser más ligero que una pluma y volaré hacia lo más alto del espacio dando volteretas en un remolino de polvo cósmico. Allí, espíritus celestiales que todo lo iluminan acudirán a mi encuentro para envolverme con sus alas redentoras. En ese preciso instante, justo en el centro del infinito, los sonidos de la Tierra no serán más que murmullos de recuerdos lejanos y ya no habrá dolor.

♫ Aníron - Enya

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